Papa San Julio I

Papa Julio I El papado llevaba vacante cuatro meses cuando fue elegido como sucesor de San Marcos el 6 de febrero de 337. Julio se convirtió entonces en el principal apoyo de la ortodoxia y del Credo de Nicea contra el arrianismo, una herejía que sostenía que Cristo era humano, no divino.

Información sobre Papa Julio I

Información sobre su Papado

  • Papa Número 35.
  • Su Papado comenzó el 6 de Febrero de 337.
  • Su Papado terminó el 12 de Abril de 352.
  • Su Papado duró 15 años y 66 días.
  • Su predecesor fue Papa San Marcos.
  • Predecesor de Papa Liberio.

Biografía de Papa Julio I

San Julio era romano de nacimiento; fue elegido Papa el 6 de febrero de 337, y fue notable por la santidad de su vida y su celo en el fortalecimiento de la fe cristiana. La herejía impía de Arrio progresaba peligrosamente en todo Oriente, y muchos obispos santos se vieron obligados a abandonar sus sedes. San Julio los recibió calurosamente en Roma, San Atanasio en particular, y los defendió hasta el final contra sus adversarios. Condenó los sínodos que los arrianos habían reunido en Tiro y en Antioquía, con la intención de abolir la fe de Nicea. Reunió dos concilios en Roma, donde escuchó a los obispos exiliados y proclamó su inocencia. Por su consejo, el emperador Constans, el piadoso príncipe de Occidente, influyó en su hermano Constancio para que retirara a San Atanasio del exilio. San Julio rechazó una engañosa fórmula de fe, imaginada por los Eusebios, que eran partidarios de Arrio en el segundo concilio de Antioquía. Reunió el segundo Concilio de Sardica, compuesto por obispos occidentales y orientales. Sus legados presidieron allí, y se ocupó de que se redactaran y aplicaran medidas útiles para el mantenimiento de la fe católica y el restablecimiento de la disciplina eclesiástica. Construyó dos basílicas en Roma y las adornó con pinturas sagradas. Hizo que se construyeran tres cementerios, en las vías flamígera y aureliana, y en Oporto. Reguló las cuestiones legales relativas al clero, ordenando que no se alegaran en ningún lugar más que en los tribunales eclesiásticos. San Julio reinó durante quince años y murió el 12 de abril de 352.